— ¿Qué es música? — preguntó Stephan dirigiendo la mirada al grupo de estudiantes de Medicina Antroposófica.
Un cálido silencio inundó de pronto la habitación. Parecía como si cada uno de los asistentes hubiera dejado de lado cualquier tipo de actividad mental, para sumirse en una profunda y delicada escucha interior, en busca de la respuesta.
Tras una eternidad de treinta segundos, Stephan dijo casi en un susurro:
— Allí donde hay un corazón, hay música.
María López Aragón
Berlín, Nov 2014